Trabajo Social

Emprendimiento, individualismo y Trabajo Social

Dicen que emprender se ha puesto de moda. Yo tampoco diría tanto. Lo que sí me resulta muy curioso es que se oiga hablar del tema más que nunca. ¿Por qué?

No solo se trata de que se oiga hablar del tema más que nunca y que se encuentre más literatura sobre esto que nunca antes. Es que también se ofertan una serie de asesorías y formación que nunca antes se había visto.

Quiero hacer un poco de «historia» acerca de los recuerdos que tengo acerca del emprendimiento.

Hace ya tiempo, cuando no se vislumbraba esta crisis, emprender era algo para unos pocos. Para esos pocos «geniales«. Gente con una motivación sin precedentes, con mucho dinero y muchas ideas. Además, gracias a esa genialidad, eran capaces de detectar esos nichos de mercado donde ellos podían claramente destacar y ganar dinero.

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Emprendimiento y Trabajo Social

Tras esta reflexión general, voy a centrarme en el caso del Trabajo Social. A lo largo de mi vida he conocido un número no despreciable de trabajadores sociales. Ahora, el panorama laboral del Trabajo Social es absolutamente desolador. He llegado a leer que el porcentaje de trabajadores sociales desempleado asciende al 80%.

Las salidas profesionales del Trabajo Social se han centrado mucho, quizá demasiado, en la administración pública. Después están las asociaciones, fundaciones, lo que se conoce como Tercer Sector, y las empresas privadas. Este Tercer Sector ha sido y es una clara víctima de las dificultades de financiación, con lo que las oportunidades profesionales nunca han sido para tirar cohetes.

La egresados en Trabajo Social, desde hace ya muchos años, se centraban en hacer voluntariados, mandar currículums y preparar oposiciones.

¿Qué les ocurría a los menos afortunados? Me refiero a gente que ni superaba la oposición ni conseguía contratos de lo suyo. Generalmente trataban de conseguir empleo en otras cosas y al final solían conseguirlo. Así, podéis encontrar trabajadores sociales en sitios como por ejemplo, El Corte Inglés.

Ahora bien… lo que os he estado contando ahora tiene ya unos cuantos años y no sirve para la situación actual. Si antes los trabajadores sociales encontraban trabajo «de lo que sea», ahora ni eso. Yo me he metido en grupos de Trabajo Social de Facebook, en blogs, y la verdad sea dicha, los trabajadores sociales son unos de los colectivos más quemados por la situación laboral actual. Ya no saben dónde esconder sus sentimientos. Estamos ante personas que llevan años esperando la oportunidad de desarrollar algo en lo que se esforzaron de manera totalmente vocacional y no pueden, ni aun encuentran otra cosa que les permita comer todos los días, esa mala costumbre que tenemos todos.

En estas circunstancias todas las voces dicen lo mismo: EMPRENDE… SI NADIE TE DA LA OPORTUNIDAD, CRÉATELA TU MISMO!!! Efectivamente, hay trabajadores sociales dispuestos a emprender, ahora más que nunca. Pero yo me pregunto: ¿No hemos sido demasiado conformistas? Antes no estaba esta fiebre del emprendimiento, básicamente porque no era tan difícil encontrar trabajo digno de lo que fuese. Ahora como no se puede, a emprender. Lo que antes era para personas geniales, ahora se ha convertido en el «no me queda más remedio». Emprender no debería ser esto. Y desde luego lo que se ha visto es que en general no somos capaces de luchar por nuestra vocación. Se nos ha educado para que nos conformemos con lo que hay.

Hay otra cosa que también he observado especialmente en un grupo virtual de Trabajo Social donde se tratan temas de emprendimiento. Varias personas han expresado la necesidad de encontrar personas para llevar a cabo un proyecto que tenían en mente. Parece mentira que habiendo tantos trabajadores sociales en paro no se encuentre gente para estas cosas. Del mismo modo, he visto personas de la misma ciudad que expresaban un deseo de emprender, pero nadie decía de reunirse. ¿No será que somos individualistas? Por desgracia así lo creo, es lo que desde siempre se nos ha inculcado. Cuando ya desde pequeños estudiábamos, nuestro esfuerzo es personal y solíamos acabar cogiendo asco a los trabajo en grupo que nos mandaban en el colegio. Y ya de adultos las máximas que escuchamos van en la misma línea. Hay que trabajar y esforzarse pero TÚ, y no esperes que nadie te ayude. Y si lo esperas, espera sentado. Bueno, no… mejor no esperes, haz lo que sea porque si no se te tachará de vago, de que quieres que te lo den todo hecho, de que no luchas y no te esfuerzas. ¿Que no puedes porque tienes fuerzas ni para levantarte? Sácalas de donde sea, eso no le importa a nadie, y trágate tus sentimientos porque como los expreses te llamarán quejica, te juzgarán aunque no te conozcan, con lo que te hundirás todavía más.

 

Síntesis entre emprendimiento e individualismo

¿Se puede emprender en solitario? Sí, ¿por qué no? Si eres una persona con ideas, motivación, recursos, eres psicológicamente fuerte… adelante!!!

¿Todo el mundo puede emprender en solitario? Rotundamente NO. No, porque no todo el mundo tiene la fuerza necesaria para ello. Hay personas que necesitan compañía, el animarse unos a otros, mirar cosas, compartir inquietudes, manos a las que agarrarse, y si no se derrumban. En estos casos te aconsejan no emprender solo. Pero ¿y si no encuentras a nadie, porque todo el mundo va a su bola o por la razón que sea?

No todos somos iguales ni tenemos la misma fuerza… pero esto… ¿a quién le importa?

25 comentarios sobre “Emprendimiento, individualismo y Trabajo Social

  1. Por eso, yo prefiero el término empoderamiento al de emprendimiento. Una persona empoderada conoce sus habilidades y las puede desarrollar en muchos ámbitos. Una persona emprendedora juega con una baraja marcada; no por él, sino por el mercado. De esta forma, siempre perderá haga lo que haga.

    1. Hola #Bolboreta,
      hay gente en el emprendimiento que va por libre, aunque igual son los menos. Digo esto porque a mí no me gusta distinguir emprendedor de autónomo, aunque también creo que esta denominación de «emprendedor» tiene doble sentido. Lees cualquier periódico y páginas web y por todas partes se habla de emprendimiento. A mí me da la impresión de que a los de arriba les gusta esta palabra entre dos aguas porque no les interesa tanto que nos hagamos autónomos. Les interesa que nos hagamos empresarios y contratemos a los demás, y a ver si les solucionamos la papeleta del paro.
      Como ejemplo de gente que va por libre, por ejemplo, los abogados. Alguno conozco y trabajan completamente solos. Pero como quieras montarte cosas más complejas está claro que en solitario no se puede ir.
      Gracias pòr el comentario 🙂

  2. Hola Carolina!
    El mundo del emprendedor es bastante difícil. Sobre todo, porque hay un concepto que no se suele mencionar, retarse así mismo. Ser emprendedro es retarse constantemente, enfrentarse a situaciones que jamás has vivido y tener la fuerza y voluntad se seguir adelante; el camino más fácil siempre es abandonar.
    Un punto interesante que has mencionado, es lo que nos han enseñado con «es lo que hay». una gran verdad, porque nunca nos enseñaron a luchar por nuestros sueños… Ahora tenemos que aprender de mayores y la cosa se complica mucho más.
    el individualismo está bien, pero colaborar en grupo también y Blogramé es un claro ejemplo de ello 🙂
    Un besote!

    1. Hola Jony,
      ahora se me ocurre comentar una cosa que también tiene un poco que ver. Yo estudio en la UNED, vaya, soledad pura y dura, tú con tus libros. Bien, pues hay personas con las que he hablado que han dejado la UNED porque no soportaban esa soledad. Necesitan el dinamismo de una explicación presencial, el poder interaccionar con otros compañeros, etc.
      Emprender es mucho peor, por el retarse a sí mismo que comentas, y por todos los imprevistos y reveses que surgen. Puede haber personas capaces de enfrentarse en solitario a un proyecto. Pero no creo que sean muchas. No creas que es tan fácil abandonar, pero si nadie te apoya, salir adelante es muy complicado, y por mucho que quieras te fallan las fuerzas por todos lados. No sé, igual tú eres fuerte en ese sentido, yo no lo soy, necesito apoyos, y si no los tengo lo paso fatal porque no quiero abandonar pero a la vez no tengo fuerza y no sé cómo ni por dónde tirar. Tener alguien al lado que comparta las inquietudes de uno es vital.
      Gracias por comentar, besos 🙂

  3. Me parece, interesante el analisis, soy de las convencidas de que las acciones solitarias no producen un impacto, profundo. En un sentido filosofico creo que uno debe constituirse como un profesional capaz de desarrollar multiples acciones, la versatilidad es algo en lo que creo. Pero esa versatilidad, debe ser pensada en relacion al empoderamiento. Igual siempre es interesante, el discenso. Saludos

    1. Hola Leticia,
      en la gran mayoría de las cosas que se quieren emprender hay que ser conscientes de nuestras habilidades, que cuantas más sean mejor, al igual que es importante tener un equipo alrededor. Lo triste de todo es lo difícil que es llegar a tener ese equipo y ahí es donde he querido dar un toque de atención.
      Muchas gracias por comentar 🙂

  4. Emprender es dar un paso en solitario, animarse a la aventura. Pero eso es sólo porque soy yo el que debe decidir, el que debe levantarse. Después de eso uno puede verse rodeado de la mejor de las compañías en un camino amarillo. Así que pronto podemos terminar cantando lindas canciones que nos recuerden la importancia del valor y de siempre tener un gran corazón. Puede que la tormenta siga ahí, pero al menos no estaremos solos. ¡Un abrazo Carolina!

    1. Hola Carlos,
      la decisión de lo que sea está en nosotros, es obvio. Pero la balanza puede inclinarse a uno u otro lado muchas veces en función de si tenemos gente a nuestro lado que nos apoya o no la tenemos. Es muy dura la soledad.
      Muchas gracias por tu comentario 🙂

  5. Empezare diciendo que odio el termino emprender, emprendedor, emprendimiento y todo el campo semántico. No el termino o el concepto en si, lo que odio es la mala utilización interesada de los que nos gobiernan de ello. Y con los que nos gobiernan no me estoy refiriendo solo a los que vemos por al tele con nombre y apellidos.

    Yo comparto la tesis de que ningún gran emprendedor de los que se ponen de ejemplo ha hecho nada solo, creer eso es engañarse a si mismo. No veo yo a Steve Jobs el solo montando el imperio de Apple, el de Pixar o su posterior negocio con Disney. Tampoco veo a Bill Gates con un ordenador diseñando el MS-DOS y después el Windows. Tampoco me imagino al Zuckerberg el solo días y días diseñando facebook. No les niego la capacidad de iniciativa, ni la suerte de estar en el lugar y el momento adecuado. Solo he puesto tres ejemplos, pero son extrapolables a cualquiera de los emprendedores modélicos que siempre se ponen sobre al palestra.

    Lo de emprender, tal y como lo entendemos aquí, y tal y como nos lo lanzan día si y día también desde los sistemas de control social, es la solución perfecta que ha encontrado el neoliberalismo para hacernos culpables de la situación. cumple los tres requisitos básicos:
    – Es inculpadora, si no encuentras trabajo y no emprendes, eres una lacra social, un mantenido del sistema, de las subvenciones. Si lo haces y te va mal, es lo lógico, la situación esta complicada, bla, bla, bla, bla, tenias que haberte asesorado, bla, bla bla…
    – Es individualista, tienen que desarrollar TU idea, de la forma que TU quieres, con los recursos que TU encuentres. Sera un éxito si una vez que TU solo lo has sacado adelante comienzas a dar trabajo a los demás, pero el imaginario colectivo sabe que eso es muy difícil y no se exige a priori.
    – La responsabilidad deja de estar en el estado o en quien tiene los recursos y los medios de producción. La responsabilidad esa de los ciudadanos que no hacemos nada para cambiar NUESTRA situación, ya que si no encontramos trabajo podemos emprender.
    Y mientras tanto nos entretienen, no vaya a ser que se nos ocurra al osadía de juntarnos a pensar y darnos cuenta que es todo una farsa y que tenemos el poder de juntarnos para cambiarlo (emponderamiento).

    Respecto al Trabajo Social, al tratarse de una acción que se dirige a las personas en situación de exclusión social, la única fuente de financiación posible es la pública o la colectiva. Nunca sera rentable, por lo que nunca podrá ser desarrollada por el mercado, y mucho menos podrá ser una forma de emprender nuevos negocios. Si es posible que el mercado lo haga, si renunciamos a los principios, técnicas, métodos y al código deontologico de la profesión y hacemos otra cosa totalmente diferente, pero lo llamamos Trabajo Social, alguna experiencia existe al respecto.

    Al final el único camino que nos quedara sera el de emprender, em-prender fuego a todo.

  6. Dices que todos muchos emprendedores que han hecho grandes cosas lo han hecho solos, y estás en lo cierto. Cuántas ideas se quedan sin desarrollar porque se necesita más de una persona para llevarlas a cabo. Y si esas personas con ideas no encuentran gente que conecte con ellas, pues eso, la casa sin barrer. Parece grotesco que con la gente que hay en paro no se encuentre gente que quiera hacer algo contigo, ¿verdad? Pues es la realidad, y a eso voy en el artículo.

    En lo que dices sobre el emprendimiento como tal, estamos bastante de acuerdo. Si no encuentras curro y no emprendes eres una lacra social, un vago y un mantenido. Como si en este país se valorase mucho el esfuerzo personal. Lo que no se les ocurre pensar es, con la tirria que le tienen al gasto público, que muchas personas sin trabajo están ahorrando gasto público (cuidadores de niños, dependienten, etc.). También sucede que el hecho de querer hacer algo por tu cuenta responde a una necesidad que muchos tenemos. Se te ocurra algo o no, tengas más o menos ideas, lo cierto es que salimos del sistema educativo y de la vida en general con una formación que no se puede tirar al olvido así por las buenas. Si no te llaman para trabajar, tampoco está mal que se intente algo, lo que sea, tal vez no de dinero, pero puede servir para retarnos a nosotros mismos, consultar cosas, meternos un poco de caña para no oxidarnos.

    En cuanto al Trabajo Social, si sostienes que todo lo que se haga al margen del dinero público no es ético, ¿debemos mandar a todos los trabajadores sociales al paredón? ¿O que se conformen con trabajar en cosas que nada tienen que ver con el esfuerzo y la vocación que han demostrado? ¿Quitar el Grado en Trabajo Social? ¿Que trabajen en lo social pero sin contrato ni derechos? Una cosa es querer ganar dinero porque se necesita y otra ya es buscar lucrarse con sueldos gordos. Creo que tendemos a ver a las empresas como al demonio y a las ONG como a los ángeles y el tiempo me ha demostrado que no podemos decir ni una cosa ni otra. Quizás te encuentres en empresas más personas con valores de lo que parece y al contrario en las ONG. Que mucho ayudar a los demás pero hay ciertos peces gordos de las ONG que están ganando sueldos mayores que los de un directivo. Yo estoy en un grupo de Facebook de emprendimiento en Trabajo Social y la verdad que no me parece que sean personas faltas de ética. Lo que sí creo, ellos también, es que hay Trabajo Social más allá de los Servicios Sociales y la manidas oposiciones.

    Gracias por tu comentario 🙂

    1. Realmente he dicho lo contrario, que ningún emprendedor de los que se ponen de ejemplo, ha emprendido el solo, todos han tenido la ayuda y la inversión de muchas personas. En lo segundo tienes razón, muchos proyectos se quedan en el tintero, porque no hay recursos humanos para desarrollarlos, o en muchos casos porque la soledad, hace que al persona soñadora abandone su sueño.

      El gasto público no se ahorra, el dinero del estado esta para retornarlo a la sociedad, a los ciudadanos. Se ahorra el dinero privado, el de las familias y el de las empresas. Los gobernantes neoliberales ven el paro como un problema individual, cada uno debe de luchar por su destino con sus recursos. Para ellos no es un problema estructural o común de la sociedad. Ese es el fallo de perspectiva, cuya consecuencia directa son entre otras los casi seis millones de parados (y subiendo) que hay actualmente.

      Yo no he sostenido eso en ningún momento, solo he dicho que es imposible aunar la ética del Trabajo Social con la del interés de las empresas privadas. De la misma forma que creo que es imposible aunar al ética de la medicina con la empresa privada. Pero no demonizo a nadie, ni quiero tirar al paredón a nadie, vivimos en una sociedad que desde el principio al final es incoherente, desigual y excluyente. Esto es algo más. No hay que quitar el grado. No hay ninguna relación entre trabajar como voluntario y perder los derechos, el ser voluntario es una decisión personal libre, si no lo elijes ya no eres voluntario, eres otra cosa. Estoy de acuerdo en que hay ONG con practicas empresariales peores que las de muchas empresas, pero aunque su clasificación jurídica sea de asociación, si hacen eso dejan de serlo. Pero este es un debate más complicado, el fallo siempre es el mismo, en el momento que una ONG crece, lo que hacen sus responsables es contratar a un gerente experto en gestión empresarial que lo que hace es poner en practica lo que sabe, que para eso le pagan. Y ello desvirtúa la visión, misión y los valores, así como la acción social que se realiza.

      Pero aún así no hay que olvidar cuales son los principios de cada uno, lícitos ambos, los de una empresas son el máximo beneficio económico para sus dueños al menor costo posible; el de una asociación es gente que se junta voluntariamente para defender un interés compartido que siempre debe de ser algo que promueva un bien que repercuta positivamente en la sociedad. Otro ejemplo parecido, seria el de los militares y los médicos, podemos hacer miles de anuncios en la tele, podemos cambiar las palabras y en vez de guerra llamarlo «misión humanitaria» pero al final la instrucción militar consiste en un conjunto de técnicas para matar y controlar al otro y lo que le enseñan a un medico es a curar y salvar vidas. Luego ya podemos entrar a casos concretos e individuales de como son algunos médicos y como son algunos militares.

      1. En la primera frase de mi respuesta me olvidé el «no». Evidentemente, ciertas cosas no se pueden hacer en solitario.
        A lo que voy con lo del ahorro, ya no solo se trata de gasto público sino también privado. Cuando estaban las tontas de siempre cuidando críos, viejos, y todo tipo de enfermos y discapacitados no se planteaban cosas que se plantean ahora. Cuando mis padres eran pequeños no había guarderías, ni públicas ni privadas, y no creo que nuestro gobierno de aquel tiempo se plantease para nada esa necesidad. Hasta que las tontas de siempre se dieron cuenta de que darlo todo por los demás no compensaba y solo conducía a la pobreza. Y ahí se armó el cataclismo.
        Bueno, lo importante es que cada uno vaya con sus valores, aunque por desgracia, con valores no vas ni a la esquina.

  7. Yo creo que el proceso fue diferente, utilizando el ejemplo que tu misma pones, creo que el cambio estuvo en que cuando llego la expansión de la economía al Estado Español, y pasamos de la autarquia al sistema que por entonces había en toda Europa, los ideologos del régimen se dieron cuenta de que era insostenible con un único sueldo que pudiera reunir con un montón de horas o un pluriempleo el «cabeza de familia», eso obligo a que la sociedad viera como necesario que los dos miembros de la unidad familiar trabajaran, para poder tener más ingresos y poder llegar a fin de mes. Era un régimen discriminatorio, patriarcal y desigual, por lo que no podían de la noche a la mañana poner al mismo nivel al hombre y la mujer. La estrategia que siguieron fue la de inventarse nuevas profesiones «de mujeres» que necesitaban menos cualificación (la educación a fin de cuentas nos hace libres e iguales) y que pudieran ser remunerados muy a la baja (para que así el cabeza de familia siguiera siendo el sustentador principal). Estos nuevos nichos de mercado en los que colocar a toda esta mano de obra, fue la remuneración de las tareas que ya hacían en su familia de forma voluntaria: ama de casa, cuidadoras, etc… Lo que quiero decir con todo esto es que nadie reflexiono nunca, no sobre si compensaba o no darlo todo por los demás y mucho menos si eso generaba o no diinamicas de exclusión que conducían a la pobreza y la desigualdad. Fue una maniobra orquestada por los de arriba, más que interesada. Hacia falta el capital de las grandes empresas para desarrollar el país.

    Ir con tus valores no te hara rico, ni te hara subir puestos en la escala social, en eso estamos de acuetdo, pero te hace más feliz y un apersona coherente y autentica. Aunque es un reto imposible en una sociedad como la que hemos construido.

    1. Pues no sé antes, pero ahora sí yo creo que se reflexiona si darlo todo por los demás compensa o no. Ya llevamos demasiado camino recorrido y vemos que eso no compensa ni siquiera en términos de gratitud. Se ve como lo que hay que hacer y ya está. Por supuesto hablo de personas, no de gobernantes. Cuántas mujeres lo han dado todo por su marido y las ha abandonado. O se han ocupado sin descanso de sus hijos y luego ellos ni las miran a la cara.
      Los valores no te hacen rico, pero si al menos se llega a fin de mes… Se habla mucho de que hay que ser buena persona, pero luego a los honestos se nos pisotea, por supuesto los que no lo son, que están en mayoría.

      1. Pero el darlo todo por los demás, no incluye a la familia. Ya que darlo todo por la familia, que se hace, y no siempre es valorado en términos de gratitud, como destacas, es una cuestión estudiada por al Psicología como mecanismo inconsciente de supervivencia de la especie. Todos estamos dispuestos ha hacer casi cualquier cosa por nuestra familia (cercano) aún cuando no la conocemos o no sabemos que son, es algo que nos trasciende. Eso no quita que al vivir en sociedad, este mecanismo innato sea malutilzado y modulado con otros intereses. Y por supuesto es uan generalización, hay personas concretas que son violentas, y también lo son con su familia. Otro debate seria como elegimos a nuestras parejas, cual es el criterio real, lo cual explicaría otras muchas cosas.

  8. Bueno Diego, efectivamente nos podemos meter en muchos debates. Yo no he visto lo que dicen de ciertos temas los psicólogos, si lo dicen será que han visto muchos casos en los que es así. Yo digo que de acuerdo, pero las excepciones que como ciudadana veo son demasiado significativas. No sé qué estudios hay exactamente pero se podrían analizar miles de matices.

  9. Hola Carolina

    El simple echo de emprender ya es duro y más si lo hacemos en solitario. Supone salir de nuestra zona de confort, algunas personas podrán hacerlo solas y otras necesitarán compartir para hacer más llevadero el camino. Elijamos el camino que elijamos no será fácil.

    Personalmente prefiero la segunda opción, «compartir es vida 😉 »

    1 saludo.

    1. Hola Gilbert,
      yo opino como tú. Montarse algo por cuenta propia es mucho mejor hacerlo en compañía. La pena es la cantidad de proyectos que se quedan sin hacer porque las personas que tienen la idea no encuentran quien las apoye, eso es lo que he querido expresar en el post, y espero que se haya entendido. Resulta cuando menos curioso esto, con la cantidad de gente desempleada que hay. De todos modos, el que emprende solo me parece que está hecho de una pasta bastante especial.
      Saludos y muchas gracias por participar 🙂

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